A menudo me sacas de quicio, casi siempre de hecho, pero no puedo dejar de marearte en mi mente. A penas hablamos, no tenemos prácticamente nada en común, a excepción de lo obvio, aun así no haces más que provocarme (dolores de cabeza).
Te odio, y odio tener esas incontrolables ganas de arrancarme la ropa cada vez que me acuerdo de ti.
"me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos"
Y lo más curioso es que no te conozco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario